“He decidido ser más profundo y más romántico a partir de ahora. Ser más mimoso, por así decirlo” había declarado Chavanel con ojos brillantes y dicharacheros, los mismos que los de un niño en una feria de payasos. “Hay demasiada belleza en el mundo como para desaprovecharla en la recreación de asesinatos, monstruos y superhéroes de ambigüedad malsana. Eso es para niñatos y friquis de onanismo avanzado”.
El nuevo guión de Chavanel narraba la historia de desamor de un profesor de autoescuela que se enamora de su alumna de 18 años y logra conquistarla mediante un humilde aprobado. Poco después, la niña y el viejo verde empiezan a hacer planes de boda cuando de repente, un día, el profesor atropella sin querer a los padres de su amada. Desesperado por no ir a la cárcel, el profesor ingenia un maquiavélico plan para incriminar a la niña, haciéndola responsable de la muerte de sus padres.
“¡Ahí lo tienes!”, se titulaba el arrollador guión de Chavanel.
Carlos, entusiasmado, no tardó en ponerse manos a la obra en sus labores de producción para llevar a la realidad la propuesta de su compañero.
Sin embargo, algo inesperado sucedió el pasado 27 de febrero. Rafael Garcia de la Mata rompió la baraja, harto ya de tantas tonterias e historias sin fundamentos.
“He guiado a mis espectadores hasta las profundidades de un garaje, les he hecho visitar las profundidades de un bosque rondado por psicópatas, les he brindado a conocer a uno de los mejores superhéroes de la historia moderna y a su archienemigo, al Sergei Gremlin que todos llevamos dentro. ¡Pero ya basta! No estoy dispuesto a representar ninguna farsa más. Quiero vivir mi vida, resolver mis propias aventuras, conocer a gente nueva y a chicas de gustoso talante en el romanticismo nocturno. No a arrogantes gandules como Chavanel y al Carlos, incapaces de expresarse fuera de una pantalla. Dos impresentables que deberían empezar de dejar de comerse los mocos de una vez, coger las riendas de su vida, buscarse un trabajo de verdad y yo que sé, que a ver si se comen un rosco una noche al menos, joder”
Semanas más tarde, Rafael de La Mata García volvió a sorprender a Three Bastards con la siguiente declaración
“Me voy de vacaciones, me he cansado de las mentiras de la ficción, de dirigir a actores que solo interpretan con polvo bajo la nariz, sobre todo tu Chavanel, que eres una vergüenza además de ser un enano coñón,. ¡Que todos sabemos como interpretaste a Gremlin, mentiroso patatoso!”
Tras estas declaraciones, el proyecto de “Ahí lo tienes” ha sido cancelado definitivamente. Las malas lenguas dicen que Rafa destruyó la única copia que había del guión en un arrebato de ira.
Lo único que se sabe ahora es que Rafa ha pedido una breve excedencia a Three Bastards y está preparando algunos documentales por su cuenta. El primero tratará sobre el efecto del Rockabilly en la tercera edad
Imagen de Rafa durante la grabación de su primer documental.
